martes, 14 de julio de 2009

Discurso para una boda

Nos encontramos rodeados de miles de personas, y sin embargo resulta tan complicado encontrar a esa persona especial que cuando lo hacemos, queremos comunicarselo al mundo. Es lo que han querido hacer hoy V**** y R*****, decirnos que la vida está llena de dudas, pero que se encuentran en la certeza de haber encontrado a su compañero de viaje, con el que no sentirán frío porque uno será abrigo del otro, con el que no sentirán la lluvia porque uno será amparo del otro.

Este es un acto lleno de futuro, pero no debemos olvidar que querer a la otra persona no da derechos, sólo obligaciones. La obligación de respetarla, de comprenderla, de cuidarla..dando prioridad a la ternura, a lealtad por el simple hecho de haberla escogido, el aceptarla por como es.

No nos ganamos el derecho ni siquiera a que nos quiera, pero en lo más profundo sabemos que

el amor es la únión de dos almas semejantes, que se corresponden.

Sentimos también que el amor es entrega, es generosidad, es intercambio, pero también que es riesgo.

Por ello hoy es un día en el que comienza un camino, pero también es un día de pasado. Hoy es el día al que volver cuando lleguen las dificultades o los temores. Hoy es un día para recordar, una fotografía en el tiempo, al igual que podréis con los años recordar exáctamente que vestido llevaba aquella tía a la que hace tiempo que no veis, o sentir como aquellos que no pudieron asistir estaban con vosotros de corazón, podréis recordar que es lo que os une.

No existen las bodas de miel eternas, pero cada mañana debe haber un “si quiero” lleno de admiración, un compromiso secreto de que sereis capaces de parar el tiempo incluso en los peores días sólo porque la otra persona os da la mano.

Quién da mucho recibe mucho, quién lo da todo, podrá recibir todo.

Pero no pidais la luna, sino poder confiar vuestras intimidades, no pidais un anillo de diamantes, sino alguien que os ame con vuestros defectos, no exijais un billete a París, sino alguien que cuide del pequeño niño o niña que se encuentra dentro de vosotros, y que pedirá una mirada que os diga: no pasa nada, estoy contigo.

R**** y V****, esta es vuestra historia, una historia de dos,

las posibilidades son ilimitadas, he visto vuestra complicidad, el entendimiento que compartís, vuestra felicidad es tan grande que nos habéis regalado un trocito de ella a cada uno de nosotros,

ahora es es momento de comenzar el viaje, no olvidéis que tenéis nuestro cariño, pero que sobretodo os tenéis el uno al otro.